A fines del 2011 llegó a mis manos la primera edición de “La Ley de Atracción en ejercicios”. En ese momento tenía la tarea de administrar algunos blogs de la Comunidad Kier en los que comentaba habitualmente las novedades de la Editorial. El contenido de ese primer libro de Andrea Bruno me llamó la atención de inmediato. La mayoría de los temas que abordaba me resultaban absolutamente familiares; en esencia, la totalidad del planteo podía encontrarse en la combinación de las leyes conocidas como los Siete Principios Herméticos. Estos siete principios están contenidos en un libro que lleva por título “El Kybalión”. No es exagerado afirmar que se trata de uno de los libros que más ha influido en la denominada Nueva Era.

Pero, ¿por qué concitó tanto mi interés el libro de Andrea Bruno? La respuesta es sencilla: Nunca antes había visto, explicadas de manera tan sencilla, las implicancias que estas leyes podían tener en la vida cotidiana. Acostumbrado a un lenguaje “esotérico”, principalmente dirigido a “los iniciados”, el estilo de Andrea era tan directo y a la vez tan claro que me provocó una suerte de sintonía inmediata con el mensaje implícito en el texto. Pero había algo todavía más llamativo, más profundo. Aquello que proponía Andrea no era un conocimiento teórico, ni surgía de un análisis especulativo de las leyes conocidas genéricamente con el nombre de “Principios Herméticos” sino de otro lugar, mucho más cercano al corazón, expuesto de modo que pudiera cambiarles la vida a las personas. El subtítulo de la obra decía: “Manual práctico para hacer Realidad todos tus Sueños” y el libro era exactamente eso, un manual que explicaba, en un lenguaje comprensible y cálido, el conjunto de leyes que pueden obrar las trasformaciones más profundas en un ser humano. Desde ese momento no tuve dudas de que la autora cambiaría la calidad de vida de muchas personas.

La edición de este nuevo libro no hace más que confirmar lo que, en su momento, percibimos en la autora. La obra que ahora presentamos se diferencia de aquella primera –y del resto de su prolífica producción– en la realidad inapelable de los hechos. Recoge la experiencia de todos estos años y confirma que ese conjunto de leyes misteriosas pueden hacer que las personas encuentren su verdadera dimensión humana, sanen sus heridas, se reconcilien consigo mismas, comprendan que la vida no tiene otro límite que el que uno mismo se impone y que comprendan que nadie hará por nosotros lo que nosotros mismos no somos capaces de dejar que suceda. ¿Es esto tan difícil? Sí. Lo es.
La dificultad se centra en el modo en el que hemos sido condicionados a lo largo de la vida. Crecimos en un entorno en el que nuestro potencial vive abrumado por las limitaciones, los prejuicios –o peor aún, el juicio de los otros–, el miedo y la desvalorización. Por supuesto que no puede ser sencillo salir de ese laberinto de manera automática. Sin embargo, ¿qué pasaría si descubriéramos que “Hoy es tiempo de…”? ¿Qué sucedería en nuestras vidas si fuesemos capaces de comprender que hoy es el tiempo de sanar, crear, crecer y amar, tal como lo propone la autora? Si fuesemos capaces de comprender este manojo de leyes y aplicarlos en nosotros y en nuestro entorno, nuestra vida podría dar un vuelco radical, resetearse, reiniciar el camino con una actitud y una expectativa diferente.

Nos hemos acostumbrado a creer que los “maestros” son seres distantes que viven en un “estado de conciencia” al que nadie puede acceder salvo aquellos elegidos. En nuestra opinión, maestro es aquel que a lo largo del tiempo persistió, convencido de que el rumbo era el correcto y que tenía en sus manos algo importante que pudiera hacerle bien a las personas. La vida de Andrea Bruno es una muestra de que podemos ser artífices de nosotros mismos si somos capaces de emprender el viaje más difícil de todos: el que nos lleva a nuestro interior. Para lograr el éxito en esta empresa no hace falta acometer contra los molinos de viento. Basta con leer reflexivamente lo que se expone en las siguientes páginas y tratar de llevarlo a la vida diaria. Hay que ser capaz de diseñar nuestra propia vida, de tener metas, de trazar un mapa que nos indique a dónde estamos y a dónde queremos ir.
“Hoy es tiempo de…” contiene todo lo necesario para iniciar la tarea, tal vez la más importante de todas, que es hacer de nuetra vida algo valioso, único, verdadero. Si logramos esto, tal como afirma la autora, nos convertiremos en pequeños eslabones de una cadena de armonía y felicidad, atractores de todo lo bueno que el Universo tiene para darnos.

El libro que hoy presentamos también posee una virtud poco frecuente. Contiene la mirada de alguien que pasó la prueba, soportó el temporal, se ató al mastil en medio de la marejada y atravesó el mar. Es el testimonio del que ha visto la otra orilla y conoce como llegar a ella. Para que todo eso haya sido posible, Andrea Bruno tuvo que comprender el misterio que subyace en esas leyes a las que hacíamos referencia, pero lejos de guardárselas para sí, decidió ofrecer una hoja de ruta a todo aquel que la necesitara. Descubrir cómo llegó a esta síntesis sorprendente sigue siendo para mi un enigma. Tal vez se trate de una intuición formidable, combinada con una innata capacidad de comunicación que la ha convertido en un referente insoslayable.

Eduardo R. Callaey